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XXV ASAMBLEA INTERNACIONAL DE LA CONFERENCIA LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES

XXV ASAMBLEA INTERNACIONAL DE LA CONFERENCIA LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES NECESIDAD DE RENOVAR LOS CONOCIMIENTOS SIN DEPENDER DE LA METRÓPOLIS

Aldo Madruga y Joaquín Rivery Tur

El Comandante en Jefe Fidel Castro asistió anoche a la conferencia ofrecida por el doctor Robert Dahl, de la Universidad norteamericana de Yale, quien disertó sobre las Políticas democráticas en las naciones avanzadas, un tema que suscitó polémica en el auditorio por la definición de democracia que empleó.

Fidel conversa con el académico norteamericano Robert Dahl y otros participantes.

En horas de la tarde, se produjo en el evento que sesiona en el Palacio de las Convenciones de la capital, un consenso en que la renovación en el campo de los conocimientos de los países subdesarrollados hay que buscarla por la vía del intercambio entre los investigadores del Sur y evitar la dependencia de las fuentes que provienen de los países industrializados, muchos de ellos antiguas metrópolis coloniales.

Los participantes en el taller Cooperación interregional Sur-Sur en las Ciencias Sociales, representantes de Asia, África y América Latina, expositores y comentaristas, coincidieron cuando señalaron que las investigaciones fundamentales sobre los países pobres están hechas por especialistas del Norte, lo que conduce a tener que partir, para las búsquedas propias, de conceptos y valores que no son los de nuestras sociedades.

Las exposiciones de Musa Abutudu, de la Asociación Africana de Ciencia Política, de Sudáfrica; Edgardo Lander, de la Universidad Central de Venezuela, y Mohd Kamarulnizam, de la Universidad Kebangsaan, de Malasia, sobre estos temas provocaron comentarios entre los asistentes que prácticamente devinieron ampliaciones de las ponencias originales.

Entre los conceptos manejados estuvo el de que la violencia étnica en África no se puede analizar fuera del marco de las condiciones que impone el neoliberalismo y los científicos sociales deben ir a las causas más profundas que se encuentran en la época del colonialismo, al tiempo que se recalcaba que la gran mayoría de la humanidad es convertida en un objeto del conocimiento por la minoría desarrollada, generalmente occidental, blanca y de clase alta, que es la que maneja las investigaciones sociales.

De esa forma, expresó el venezolano Lander, los modelos de Occidente se han impuesto en el Sur para convertirlos en seguidores coloniales de ese pensamiento, y eso, realmente, ha sucedido en América Latina, África y Asia, porque las fuentes que se emplean están impresas fundamentalmente en el Norte y no en la misma nación investigada.

Esta colonización del pensamiento fue ilustrada también por una delegada cubana que recordó que en Argentina, un profesor universitario recibe cinco puntos en su progresión académica si publica un libro en América Latina, pero obtiene 20 puntos si lo hace en Estados Unidos.

Ayer se sometió a consideración de la XXI Asamblea General del Consejo Latinoamericano sobre Ciencias Sociales (CLACSO), la solicitud de cuatro instituciones cubanas como nuevos miembros, las cuales fueron aprobadas.

Ellos son los centros de Estudio de Superación de Posgrado de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), el de América (CEA), Estudios Martianos (CEM) y el Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.

Hasta ahora integran el CLACSO por Cuba los centros de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, el de Investigación y Desarrollo de la Cultura Juan Marinello, el de Estudios sobre Asia y Medio Oriente, la Organización No Gubernamental Memoria Popular Latinoamericana (MEPLA) y el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas.

La asamblea general de esta organización continuará hoy jueves sus sesiones que abarcan la elección de un nuevo Secretario Ejecutivo y acordar qué país será la sede de su XXII Congreso.

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